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Semana Santa en Braga, la capital religiosa de Portugal

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Otro año más estamos de nuevo en plena semana santa, algo que además empieza a ser también un clásico de este blog ya que siempre aprovechamos estos días festivos (sobre todo si con suerte también estáis disfrutando de vacaciones) para repasar alguna celebración relacionada con estas fechas. Además, este año llega más temprano que otras veces (cosas de los plenilunios, algoritmos varios de la iglesia y quien sabe que más cálculos oscuros y ocultos llevados a cabo en alguna profunda y oscura sala del vaticano…).

Por todo esto y por intentar variar un poco respecto a las celebraciones en territorio español, esta vez nos vamos al extranjero (pero muy cerca, tampoco os vayáis a creer…) a ver como son estas fiestas en la vecina Portugal y más concretamente en Braga, la capital religiosa del país luso.

Aunque os esté presentando Braga como un lugar excelente para comprobar como se celebra la Semana Santa en Portugal, para seros sinceros aprovechamos las fechas para simplemente conocer la ciudad sin ser muy conscientes de lo que nos íbamos a encontrar.

Cuando nos plantamos en el centro de la ciudad y de repente empezaron a rodearnos procesiones, coros y diversas recreaciones de pasos de Semana Santa, nos dimos cuenta de lo que realmente se cocía aquí.

Paseando por el centro de Braga

Por lo tanto nos tocaba conocer la ciudad con un “baño” de religiosidad que le daba una capa adicional a lo que normalmente nos podríamos encontrar.

Así pues, comenzamos el “Religious Braga Tour” en la Plaça da República (también conocida como Arcada debido al edificio que luce soportales o arcos y que le da el sobrenombre), un espacio abierto en el centro de la ciudad que sirve como nexo de unión entre la parte nueva y el centro histórico.

Como siempre que hay una plaza grande en el centro de una ciudad, hay que hacerse a la idea de que es aquí donde siempre se celebraron los mercados y, aunque ahora es un jardín público, aquí era donde se podía comprar cualquier producto de primera necesidad hasta que en el siglo XIX se comenzó a reconvertir este espacio..

Igreja da Lapa

Igreja da Lapa

Igreja da Lapa decorada para la ocasión

Igreja da Lapa decorada para la ocasión

Avenida da Libertade

Avenida da Libertade

Ahora la fuente, que se ilumina de noche, y el tráfico desviado transformándolo en una zona peatonal hacen de este sitio el lugar perfecto donde sentarse en una mesa de la terraza de algún bar y tomarse un buen pingado o una caneca de cerveja a la sombra si el sol aprieta demasiado.

Eso si, contando siempre con la imponente presencia de las torres de la Iglesia da Lapa, incrustada en el edificio da Arcada y decorada especialmente para la ocasión.

Aunque para tomar un buen café, la mejor opción tal vez sea hacerlo en un clásico local portugués con más de cien años de antigüedad que ya tuvimos la oportunidad de visitar en Lisboa: A Brasileira.

Con la terraza que monta aquí y lo bien situado que está en el centro y en zona peatonal, justo al lado de la Plaça, la verdad es que no me extraña que está tan lleno a todas horas…

Plaza da República

Plaza da República

Café A Brasileira en la Plaza da República

Café A Brasileira en la Plaza da República

Café A Brasileira en la Plaza da República

Café A Brasileira en la Plaza da República

Desde donde nos encontrábamos, era ruta obligada internarse por alguna de las calles que recorría la zona antigua de la ciudad propiamente dicha. La Rua dos Capelistas o la de o Souto eran buenas opciones por las que comenzar a sortear a la marea de gente y grupos que iban congestionando las calles.

Es a lo largo y ancho de esta zona de Braga donde se concentran los edificios religiosos que hacen que a la ciudad se le de el sobrenombre (siempre tienen alguno, ¿verdad?) de la Roma portuguesa.

Y claro, la ciudad de Braga tiene una relación aplastante con los romanos, ya que la ciudad tiene más de 2 milenios (ahí es nada) y era conocida como Bracara Augusta, una de las ciudades más importantes del Imperio Romano. La ciudad llegó a ser en aquella época la capital de la provincia de Gallaecia, un territorio que abarcaba lo que es la Galicia actual y el norte de Portugal mayormente.

Por comparar, que ya se sabe que siempre mola aunque no suela ser muy justo, Braga fue un digno rival frente a Santiago de Compostela en una competición en la historia por alcanzar el título de capital del culto cristiano, ya que el camino de Santiago portugués pasa de manera inevitable por Braga.

Obviamente el camino de Santiago se llama así por algo, con lo que, aunque Braga es uno de los grandes baluartes del catolicismo, Santiago está ya consolidada en lo alto del top de las ciudades “catholic friendly”.

Espectáculo de títeres en la Rúa do Souto

Espectáculo de títeres en la Rúa do Souto

Rúa do Souto

Rúa do Souto

Rua do Souto

Rua do Souto

Actos de Semana Santa

Y claro, ya que estábamos por la zona y en plena Semana Santa, una parada ineludible era la visita a la Catedral o Sé de Braga, la más antigua de todo Portugal.

En su interior la apoteosis de la celebración se concentraba en el salón principal donde, para cuando nosotros llegamos, estaba teniendo lugar una de las misas del calendario litúrgico. Vamos, que la Catedral estaba hasta los topes de gente…

Santa Sé de Braga

Santa Sé de Braga

Estatua de la Hermandad de la Casa de la Misericordia de Braga, en la Santa Sé

Estatua de la Hermandad de la Casa de la Misericordia de Braga, en la Santa Sé

Patio interior de la Santa Sé

Patio interior de la Santa Sé

Misa en la Santa Sé de Braga

Misa en la Santa Sé de Braga

Mientras tanto, en el exterior, la ciudad va poco a poco preparándose para la procesión principal de toda la Semana Santa de Braga: la del Ecce Homo. Aunque seguro que te ha venido a la cabeza esa increíble remodelación que le hicieron al cuadro basado en el mismo Ecce Homo, aquí se trata de recrear, como no, uno de los pasajes de la Biblia más importantes:

En esto que estaba ya Jesús vestido para la ocasión, con su corona de espinas y su taparrabos, a punto de ser exhibido ante toda la ciudadanía, cuando Poncio Pilatos dijo: “He aquí el hombre”, lo que en latín viene siendo “Ecce homo”.

Vamos, que Poncio Pilatos se “lavó las manos” (efectivamente, el dicho viene de aquí) y se desentendió del destino de Jesús, dejando que fuera el público el que decidiera su destino.

Sabiendo lo que a éstos les iba la marcha y que nunca desperdiciaban la ocasión de crucificar al primer Jesus o Brian que se presentase semidesnudo ante ellos, el final estaba más que claro…

Pues como iba diciendo, faltaban pocas horas para el inicio de la procesión más importante, que transcurriría de noche por las calles de Braga, encabezada por los Farricocos, unos tíos vestidos de negro, con una cuerda atada a la cintura y descalzos, portando la mayoría de ellos una matraca con la que ir metiendo ruido.

El resto portan también varas con cestas que llevan piñas ardiendo y todos ellos representan a los penitentes.

Por ello, en las horas previas podía oírse a lo lejos, por toda la ciudad, el sonido de las matracas sonando, como un eco que servía de preludio de lo que iba a suceder esta noche…

Recreación de la santa cena por los alumnos del IRIS

Recreación de la santa cena por los alumnos del IRIS

Recreación de la santa cena por los alumnos del IRIS

Recreación de la santa cena por los alumnos del IRIS

Farricocco equipado con su matraca o carraca

Farricocco equipado con su matraca o carraca

El resto de la tarde en Braga nos iba dejando guardaditos a buen recaudo en la retina (y en mi cámara) otros lugares emblemáticos como la Porta Nova, una de las entradas antiguas de la ciudad que ahora se conserva como arco de piedra que custodia la entrada a la calle de Dom Diogo de Sousa.

Curiosamente, a pesar de ser una de las ciudades con más antigüedad, Braga se considera actualmente una de las más jóvenes de Portugal gracias a sus dos universidades y al crecimiento y modernidad de su zona nueva, propiciando que el ambiente juvenil sea de lo mejorcito que se puede ver.

Eso desde luego pudimos notarlo en las plazas y calles por las que íbamos pasando ya que aunque estaban teniendo lugar todos los actos relacionados con la Semana Santa, siempre había grupos de adolescentes, niños, estudiantes en todas partes contrarrestando la media de edad que podría esperarse de este tipo de celebraciones más asociadas a la gente mayor.

Arco da Porta Nova

Arco da Porta Nova

Hospital-Iglesia de San Marcos

Hospital-Iglesia de San Marcos

Boy Scouts en la Avenida da Libertade

Boy Scouts en la Avenida da Libertade

¿Unas castañas?

¿Unas castañas?

Avenida da Libertade

Avenida da Libertade

¡Disfrutad de las vacaciones los que las tengáis y contadnos donde las estáis disfrutando, que queremos conocer otras maneras distintas o originales de vivir estas fechas! 😉

Selfie religioso con maniquies farricocos

Selfie religioso con maniquies farricocos

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